miércoles, 28 de noviembre de 2012

33 razones para leer


Una razón más......

  1. Para evadirnos.
  2. Para afirmar.
  3. Para no ser lo que somos.
  4. Para consolarnos.
  5. Para pasarlo bien.
  6. Para negar.
  7. Para soñar.
  8. Para dudar.
  9. Para crecer.
  10. Para reír.
  11. Para jugar.
  12. Para conocernos a nosotros mismos.
  13. Para detener el tiempo.
  14. Para imaginar.
  15. Para saber que estamos vivos.
  16. Para descubrir el mundo.
  17. Para crear un mundo propio.
  18. Para saber que no estamos solos.
  19. Para desterrar la melancolía.
  20. Para compartir un legado común.
  21. Para huir del ruido.
  22. Para combatir la fealdad.
  23. Para refugiarnos.
  24. Para vivir más.
  25. Para conocer otros mundos.
  26. Para aprender a pensar.
  27. Para llorar.
  28. Para explorar.
  29. Para saber.
  30. Para entender.
  31. Para aprender.
  32. Para conocer a los demás.
  33. Para sorprendernos.

¿cuál es la tuya?


lunes, 5 de noviembre de 2012

Reciclando velas

¿Y si un día te encuentras con ésto:



 miles de recortes de velas, velas viejas y restos de cera??

Pues haces ésto:



¿Cómo?


Es súper fácil, coges todos esos restos y los juntas por colores. Luego se meten en cuenquitos separados, y se ponen a hervir al baño maría para que se deshaga la cera.



Mientras se va deshaciendo la cera en los cuencos, vamos cogiendo un trozo de cuerda para hacer la mecha. 

 Yo usé este trozo de cuerda. En un extremo hay que colocar algo que pese para que la mecha no se mueva del fondo.

Yo por el extremo até una chapita, la de las latas de refresco (que no es que tengamos pocas, jijiji), para que hiciera peso, pero se pueden poner otras cosas como una arandela o algo similar.

Luego de empapa la cuerda en cena derretida y se deja enfriar, yo lo repetí dos veces para que se empape bien con la cera.
 
Luego escogemos un molde para darle forma a la vela. Yo en esta ocasión he elegido un vaso de Cacique Mojito, cuya procedencia no quiero revelar.


El recipiente es importante ya que cuando esté acabada la vela se puede sacar o dejar dentro del molde, por lo tanto, es importante por la forma si la quieres sacar, y es importante por el recipiente si se quiere dejar en el mismo. Yo he elegido éste vaso, porque tiene historia, y porque mi intención era sacarla, y la forma me gustaba mucho. 

Una vez deshecha la cera, ya estamos preparados para comenzar a diseñar nuestra nueva vela...
Como tenía restos de velas de 3 colores diferentes, lo que hice fue ir vertiéndolos en el vaso por capas, eso si, antes de echar la siguiente capa hay que esperar un ratito hasta que se solidifique la anterior. Hay que prestar especial atención a la mecha para que siempre quede en el centro.





Cuando ya están todas las capas solidificadas, yo decidí sacarlo, aunque en el vaso no quedara mal. Para ello hay que esperar a que esté bien seca la cera y sale solo. Si se resiste, un truco es meter el vaso unos minutos al congelador.

Otra recomendación, es que una vez vertida la cera deshecha en el molde, mientras se va solidificando, aprovechemos para retirar los restos de cera del cuenco que usamos para derretirla, que al estar aún caliente la cera va a salir sola con la ayuda de un papel de cocina. Yo luego los metí al lavavajillas para él acabara con el trabajo sucio..jijiji.

Entonces, el resultado de una tarde de domingo sin nada que hacer, (o si, pero sin ganas de hacerlo que viene a ser lo mismo), restos de velas viejas y usadas, (o nuevas y feas que también da gusto deshacerse ellas), y un poquito de imaginación (que si no la tienes no pasa nada, me copias y listo!!), es:



Las velas, a parte de ser colores diferentes, también eran de olores diferentes....

¿irá cambiando el olor de la vela a medida que se deshaga la cera?


¿QUÉ OPINÁIS?



viernes, 2 de noviembre de 2012

Día de Todos los Santos


Día de Todos los Santos


El Día de Todos los Santos y el de los Fieles Difuntos, fueron instituidos por la Iglesia en épocas distintas y sus fechas de celebración sufrieron varias modificaciones, antes de quedar fijadas para el 1 y 2 de noviembre, respectivamente.

La enorme cantidad de mártires cristianos que produjo la persecución de Diocleciano (284-305), llevó a la Iglesia en el siglo IV a establecer un día para conmemorarlos a todos, pues el almanaque no alcanzaba para darles a cada uno el suyo. La fecha primigenia elegida fue el 21 de febrero.

Pero en 610 la liturgia de los santos cambió al 13 de mayo, día en que el papa Bonifacio IV consagró el Panteón Romano -donde se honraba a los dioses paganos antes de la cristianización- como templo de la Santísima Virgen y de Todos los Mártires.

Más tarde, Gregorio III (731-741) la transfirió al 1 de noviembre como respuesta a la celebración pagana del Samhain o año nuevo celta -ahora llamado Halloween o Noche de Brujas. Halloween, que por el contrario a lo que pensamos no es una fiesta con origen americano sino celta, y que no es tanto una falta de respeto a los muertos sino una tradición de dicha cultura celebrada a lo americano, es decir, a lo grande, la cual se festejaba la noche del 31 de octubre, en la creencia de que se producía la apertura entre el mundo tangible y el de las tinieblas, y que los muertos venían a visitar a los vivos, y es por esto, para espantar a los muertos, por lo que se disfrazaban.

Luego, Gregorio IV (827-844) extendió la celebración a toda la Iglesia; sin embargo, hasta hoy los Ortodoxos griegos conmemoran el Día de Todos los Santos en una fecha móvil: el primer domingo después de Pentecostés.

El Día de los Fieles Difuntos es un tanto más tardío y no se originó en Roma, sino en Francia: comenzó en el Gran Monasterio de Cluny, el 2 de noviembre de 998, cuando san Odilo, su quinto abad, decidió rezar por el descanso de "todos" los muertos.

La iniciativa caló profundamente en Francia, pero Roma la adoptó en el siglo XIV y gradualmente se expandió a toda la Iglesia: en el siglo XV llegó a España y de allí pasó a América, donde se entroncó con las tradiciones indígenas.

Cabe distinguir que si el 1 de noviembre los católicos les rinden culto a todos los santos, el 2 de noviembre rezan por todos los difuntos, pero no les rinden culto, porque la Iglesia no le rinde culto a la muerte. Pero hace 3.000 años, tanto en la Europa celta como en la América precolombina, era al revés: se les rendía culto a los muertos, no a los santos, aun inexistentes.

Y como principales tradiciones para estas fechas:

  • LLEVAR FLORES AL CEMENTERIO: esta tradición se remonta a la antigüedad, cuando los muertos eran expuestos varios días con el propósito de ser velados y pedir por sus almas. Con el pasar de los días los cuerpos se descomponían y desprendía un olor insoportable, y para enmascarar el hedor se quemaba incienso y se cubría el cuerpo con flores. Esta tradición perduró y ya no solo se llevan flores durante el tiempo de vela, sino que también cada 1 de noviembre.

  • COMER BUÑUELOS: Que su origen se remonta a los judíos sefardíes que desde el siglo X, para celebrar la Janucá, elaboraban unos bolos fritos con harina de trigo que denominaban “bimuelos” Dada la cercanía de la celebración cristiana de Todos los Santos con la Janucá judía, que se celebra el 25 de “Kisley” del calendario judío, que cae entre finales de noviembre y finales de diciembre de nuestro calendario, hizo que se tomara como dulce típico una modificación cristiana de los mismos.








Y a vosotros, ¿os gustan los buñuelos?